martes, 3 de noviembre de 2009

Oraciòn Documezcal


oración DOCUMEZCAL:
By LuisMiguel Velazquez guión poético


México: el ombligo del maguey, el lugar de la liebre magueyera, la nación que se forjo en el lago, alrededor del águila y la serpiente que encontró mecitli, el conejo de maguey, el guerrero que fue creado en una penca de agave.
México: el ombligo de la luna, el cuenco de mezcal perlado de espuma como la luna llena.
El mezcal es una bebida lunar: la luna dice cuando cortar las piñas que son el vientre fértil del agave cuando las abandona mexi, el Dios Xiote que les crece en las entrañas.
Agave, en griego antiguo significa admirable. Agave cupreata, el maguey michoacano que viste de cobre sus espinas, una piel morena como la de sus guardianes, los hombres y las mujeres que todavía cultivan el pulque artesanal.
En la nación del rey Tangaxoan los ancestros purépechas bebían el licor cultivado de la penca de agave cupreata, en el rito de la madre que los amamanta la Diosa Mayahuel.
El mezcal es un elemento lunar, una bebida en femenino ritual de la virgen Guadalupe y su resplandor como pencas doradas de maguey, ella lo bendice su luna creciente en el ayate de Juan diego, en las fibras de maguey trenzadas y atestiguando desde ahí el destino del mundo.
Como a todo lo nacido de la tierra, lo bendice Deméter y su descendencia de mujeres fértiles. Lo bendice Mayahuel, la de las cuatrocientas tetas, la mujer que un día coció el maguey para darnos el mexcalli y raspó el centro del agave para sangrar el aguamiel la diosa que preside el panteón precolombino de la embriaguez.
Mayahuel y su corte de cuatrocientos conejos: acolhua, colhuantzincatl, cuatlapanqui, chimalpanecatl, ixtliton, izquitecatl, pantecatl, tepoztécatl, tetlahuiani, tlaltecayohua, tlihua, toltecatl, tomiyahuh, xichimechpotli. Las cuatrocientas o infinitas formas de embrigarse: el que se ahoga de borracho, el que se vuelve fuerte, el que se rompe la cabeza, el que se desvela, la mujer que se emborracha….los cuatrocientos conejos de la corte de Mayahuel, las liebres magueyeras que protegen o enloquecen a los borrachos. Los Dioses del mezcal.
En la ceremonia de fuego nuevo, a los niños y a las mujeres se les cubría el rostro con mascaras de maguey para evitar que se convirtieran en fieras y devoraran a los hombres. Los fantasmas que se capturaban en las noches debían pagar su rescate con espinas de maguey, mismas que se convertirían en cuerpos de guerreros vencidos en el día.
nuestros padres mexicas encontraron sustento diario del vientre materno del maguey en su aguam iel generoso fecundado por la semilla molida de nuestro padre maíz, un atole de vida envuelto en la miel del agave como en un dulce liquido amniótico
Crecidos en el ombligo de la luna, mexicanos y mexicanas somos arboles de la vida, alimentados por la fuerza nutriente del maguey, la planta que casi es carne: bebidos de mezcal y comidos de agave, nos corre la tradición por las venas.
Guárdanos, protégenos, nútrenos. Recuérdanos el presente, aligéranos el futuro. Cuídanos de olvidar quienes somos, revístenos con la elegancia de los rituales y dale cuerda al reloj de nuestro tiempo lunar. Danos ,memoria, danos fuerza y danos rumbo. Tenemos sed de encontrarnos a nosotros mismos.
Danos mezcal y tradiciones.
Danos memoria Diosa Mayahuel.